Buenos días estimados amigos/as, bendiciones en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. En 1972, Richard Phillips, de 27 años de edad, fue sentenciado a prisión de por vida, acusado del asesinato de Gregory Harris. El joven reclamó su inocencia y estuvo dispuesto a pasar el resto de su vida en prisión a tener confesar un crimen que no cometió. En el año 2010, Richard Polombo confesó ser autor del crimen, por lo tanto, la defensa comenzó el proceso de apelación para que Phillip

Buenos días estimados hermanos/as, bendiciones en el nombre de Cristo Malo, es aquello que de algún modo no se considera correcto o adecuado de acuerdo con una norma sobreentendida, o de forma total o parcialmente contraria a lo que se supone o espera que debería ser u ocurrir. La maldad, pues, es la inclinación a hacer lo malo. Para muchos, la maldad es un asunto de perspectivas, no de modelos o normas. Lo que para uno puede ser malo, para otro tal vez es bueno. Este tipo de

Buenos días estimados hermanos/as, bendiciones en el nombre del Señor Decía una vez el escritor Suizo Hermann Hesse (1877-1962), “La práctica debería ser producto de la reflexión, no al contrario”. Cuando aplicamos esa frase al terreno de la vida cristiana, pregunta, ¿nuestra práctica es producto de la reflexión? Se entiende por reflexión el pensamiento o consideración de algo con atención y detenimiento para estudiarlo o comprenderlo bien. Si lo que practicamos es una simple

Buenos días estimados hermanos/as, bendiciones en el nombre del Señor. Después de tantos años fuera de mi país de origen, muchas cosas y costumbres han cambiado en mi vida; de más está decir que el Señor tiene mucho que ver con dichos cambios. Sin embargo, un hábito ha permanecido conmigo a pesar del tiempo, tomar mate (bebida típica de algunos países del sur del continente). Lo preparo cada mañana, sin azúcar y, me gusta acompañarlos con algunas galletas con manteca o, marga

Buenos días estimados hermanos/as, bendiciones en el nombre de Cristo A menudo se le adjudica el epíteto de “retrogrado”, a la persona que no se pone de acuerdo con las tendencias sociales que se están implantando en el mundo hoy. Lo consideran un monolito del pasado que se ofusca por mantenerse en pie y ser referente en tiempos cambiantes. Los cristianos están insertados en ese gremio de “retrógrados”, pues, retroceden hacia costumbres morales que van quedando fuera de moda.

Buenos días estimados hermanos/as, bendiciones en el nombre del Señor. ¿Puede usted vivir sin hacer planes? Alguien podría responder que sí, si es que se lo propone. Sin embargo, la dicha propuesta sería un plan, por lo tanto, queda descalificado el intento. Si nuestra voluntad está activa, siempre estamos planeando algo, chico o grande, no importa, estaremos proyectándonos a hacer, concluir o lograr algo. Cuando planeamos, lo hacemos con cierta esperanza de que vamos a obten

Buenos días estimados hermanos/as, bendiciones en el nombre de Cristo. Cuando predico o escribo acerca de la mala costumbre de decretar o declarar cuando se hacen oraciones, algunos me han respondido acusándome de no creer en la oración. Me han dicho que no tengo fe en el poder de la oración, por lo tanto, quedo descalificado como creyente. Vale decir que, si descalifico, estoy mal, pero, cuando alguien me descalifica, está bien; hablando de doble estándar?... Para quienes ti

Buenos días estimados hermanos/as, bendiciones en el nombre de Cristo. ¿Qué encontramos en la presencia del Señor? A menudo hoy, cuando se habla de la presencia del Señor, se piensa en términos místicos. La mística es la actividad espiritual a través de la cual se aspira a conseguir o concertar la unión del alma con Dios por medio de oraciones, música, contemplación, a veces ascetismo, etc. El problema con este tipo de ejercicio espiritual, es que se trata del esfuerzo de la

Buenos días estimados hermanos/as, bendiciones en el nombre de Cristo. ¿Es posible concebir juntas la severidad y la bondad? La severidad se trata de la exactitud y rigor en el cumplimiento de una ley, norma o regla. La bondad, la inclinación a hacer el bien. Cuando pensamos en el carácter de Dios, nos inclinamos más en considerarlo como bondadoso, porque nos hace sentir bien y confiados. Pero, pensar en la severidad de Dios, nos incomoda; nos produce una sensación de fastidi